CRISTINA PLANAS, RESISTIENDO EN LA DANZA
Ad portas de su estreno de [UM]UNIMAL, la coreógrafa portuguesa Cristina Planas cuenta sobre su experiencia en NAVE, lo que inspira su trabajo y sus planes a futuro. Conoce todo previo a la apertura de residencia que se realizará este miércoles 14 de marzo a continuación.
Por Marcella Via
A menos de dos meses del estreno de UM[UNIMAL] recibimos a la artista portuguesa Cristina Planas quien se encuentra trabajando en la última fase de creación de su pieza en conjunto con la bailarina Daniela Cruz. Basado en la marcha como movimiento de opresión y liberación, Planas explica que con su trabajo busca transmitir emociones en lugar de mensajes y que esto es posible gracias a la habilidad de generar sensaciones de peligro y sorpresa en un contexto oscuro, característica que destaca en sus obras.
Con el clima de tensión desarrollado en su nueva creación, Cristina busca no solo generar un contraste entre lo estático y lo dinámico, sino la expresión de un movimiento relacionado con la sobrevivencia al que todo ser humano pueda relacionarse. A través del ritmo binario y estático de la marcha, Planas levanta una crítica hacía las tácitas violencias presentes tanto en el sistema capitalista como en el mundo de la danza.
¿Dónde sacaste la inspiración para desarrollar UM[ununimal]?
La obra parte de FM[featuring mortuum], la pieza anterior, que tenía Daniela, la misma intérprete de este trabajo, que se transformó en la parte central de la pieza. Esa pieza era, resumiendo, sobre la muerte y Daniela se quedaba inmóvil todo el tiempo y todas las acciones se desarrollaban alrededor de ella.
La pieza evolucionó mucho, por un lado en la idea de la muerte y por el otro en la idea de la sobrevivencia. Entonces pensé “¿qué sobrevive de una pieza después que la haces? ¿Cómo hacemos nosotros para sobrevivir hoy en la arte? ¿Y cómo lo hacemos diariamente?”.
Por esto, quería trabajar sobre estos temas junto a ella. Quería trabajar en el rol opuesto a la estaticidad, la super movilidad. Específicamente sobre cuál sería la relación entre sobrevivencia y super movilidad hoy.
Quería trabajar sobre esta idea de un movimiento que fuera accesible para todos y que fuera relacionado con la supervivencia. Me pregunté cuál es el movimiento de hoy que todos podemos hacer y claro, para mí es y siempre será caminar.
Pero caminar ¿cómo? Y de ahí empezó la idea de la marcha porque me interesaba mucho la idea de caminar y cómo caminar puede ser un movimiento de liberación, pero también de opresión y ahí si la marcha empezó a ganar más fuerza.
¿Por qué decidiste enfocarte en la marcha?
Decidí enfocarme en la marcha en su totalidad: como movimiento social y político para manifestar algo que quieres cambiar. Pero la marcha también como movimiento militar, de ocupación. También me interesa mucho la idea del ritmo y de cómo eso se puede contaminar; en ese sentido, la marcha tiene un ritmo muy binario, muy estable.
Eso me pone la piel de gallina. Siempre me pasa cuando veo paradas militares, funerales. Para mí es muy fuerte ver muchas personas caminar juntas, siguiendo el mismo ritmo. Entonces para mí la marcha conlleva a la idea de un movimiento rítmico que se establece con el cuerpo.
¿Hay algo en particular que quieres transmitir con esta obra y con tu trabajo en general?
Yo trabajo mucho desde la experiencia que quiero transmitir al público, en lugar qde transmitir un mensaje. Intento ponerme en las dos condiciones de mirar y de hacer y por eso intento componer con la idea de generar un efecto.
Estos efectos son la idea de peligro y de sorpresa y a través de esos efectos se transmite el mensaje. Con esta pieza quería trabajar con alguien que me permitiera pasar algún límite físico, algún límite corporal. En esta, tanto como en la otra pieza que trabajé, está un poco implícita la idea de violencia.
Pensé en Daniela porque en FM[featuring mortuum] ella era la víctima silenciosa. Y de ahí empecé a pensar. ¿Por qué miramos todos los días imágenes brutales en la televisión y quedamos impasibles? Pero en el teatro la gente se impresiona aunque la violencia pasa en todos lados. El código del silencio ha sido una grande influencia para esta pieza.
En este caso, Daniela es la intérprete silenciosa y es una mujer. Eso es un punto que me interesa mucho explorar. El mensaje no es directo, está en muchas camadas. Todo es una violencia consentida, los ensayos son una violencia: son 7 horas en que ella está marchando todo el tiempo, pero hay un acuerdo.
Estoy leyendo mucho sobre el “Me too movement” y el “We too movement”. Muchas veces los coreógrafos obligan a los bailarines a hacer cosas. Eso también es un punto que me interesa porque hago clases en muchas universidades y los bailarines tienen una educación que le enseña a no hablar, no hacer preguntas y solo hacer. Esto hace que un sistema que ya no le sirve a nadie se mantenga. Por eso esta pieza intenta romper con este sistema.
¿De qué forma UM representa una continuación de FM?
Pensé mucho sobre esto y no creo que sea una continuación. Es casi como un blaco y negro. Es como otra forma de enfrentar la sobrevivencia.
Creo que las dos tienen este enfoque, pero FM[featuring mortuum] es más sobre como un trabajo continúa a existir después de terminar, sobre cómo pueden coexistir dos trabajos al mismo tiempo, uno muerto y uno vivo.
UM[ununimal] es más sobre la idea de permanencia de algo pasado por el tema de la marcha. Lo que hicimos fue estudiar muchas danzas que tienen a que ver con la idea de resistencia y hay un montón y todas tienen movimientos muy binarios sobre todo en la batida de los pies tanto que de la marcha es posible empezar a bailar esas danzas. Entonces lo que hicimos fue sacar todas esas danzas, transformarlas en marchas para después volver a la danzas tal como en vogue, al rave dancing que es lo mismo de pisar, hacer como un ciclo.
¿Piensas desarrollar una tercera pieza relacionada?
Sí. El otro día estaba pensando que estos temas de sobrevivencia, permanencia y resistencia podrían ser un enfoque que podría llevar para siempre. No se lo que va a ser la próxima pieza, pero cada vez más estoy descubriendo que mi trabajo tiene un lugar un poco más dark, de tensión y por eso creo que estos siempre serán los temas de mi enfoque. UM[ununimal] no es un sequel, es más como una parte más. Porque creo que el trabajo de un artista tiene a que ver con la continuación.
Sobre tu estancia en NAVE…
¿Cómo estás viviendo tu residencia?
Pues es super bonito. Estamos a menos de dos meses para estrenar la pieza y yo trabajo muy mal cuando tengo muchas personas en el estudio… chicos de sonido, luz… me da un pánico. Y aquí, como Chile está muy lejos y es un vuelo inmenso, viajamos solo Daniela y yo y trabajamos enfocándonos en el cuerpo. También, yo soy super “workaholic” así que el tema de que no pueda trabajar los fines de semana es buenísimo porque me da la posibilidad de conocer Chile.
El espacio es muy bonito. Además es cómodo. Porque tienes todo lo que necesitas para trabajar y lo mejor es poder salir de tu habitación, desayunar e ir enseguida al estudio a ensayar sin tener que caminar a otro lado, tomar un bus… eso de que todo está aquí es perfecto.
Hay muy pocos sitios como nave. En Portugal hay como dos o tres espacios en que puedes habitar el espacio totalmente. Así que aquí el trabajo para mí fluye mejor porque no tengo nada personal que me distraiga de la obra. Cuando trabajo en Porto estoy en mi casa y siempre hay un montón de cosas que hay que hacer. Por eso creo que estar más aislada es super bueno.
¿De qué forma la residencia en NAVE aporta a tu proyecto?
Cuando envié mi postulación pensé que quería definitivamente trabajar fuera de Europa. Sobre todo por la idea de la marcha, en ese sentido Chile tiene una historia super compleja en el sentido de la ocupación militar. Hasta en el supermercado puedo encontrar movimientos que me sorprenden y que puedo aprender. Total, hay otra cultura.
En NAVE las personas son super abiertas en ayudarme en todo lo que necesite. Eso es porque hay un diálogo muy grande entre el equipo de NAVE y los artistas y eso es algo muy especial. Cerca del dossier de comunicación para mi trabajo hay una atención especial a lo que el artista quiere decir. Eso no siempre es así: en algunos sitios toman lo que das y hacen lo que quieren con eso.
Con Daniela decidimos hacer la apertura en el medio del proceso para poder recolectar feedback. Eso para poder trabajar mejor la estructura de la pieza, pero también para conocer mejor las personas que están aquí.
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Crédito fotográfico Isabel Ortiz Carvajal